Múltiples investigaciones han surgido a lo largo de la última década que han puesto en evidencia todas estas implicaciones. Sin embargo, aún no se ha investigado en profundidad la percepción de los miembros del personal sanitario sobre un sistema de iluminación circadiana que funcione automáticamente.
Una nueva investigación realizada por investigadores daneses ha presentado los resultados de la implementación de un sistema de iluminación circadiana en un hospital de reciente construcción entre junio de 2021 y febrero de 2022.
El estudio experimental se centró en la satisfacción del personal de atención médica que trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos Neurológicos y una Unidad de Cuidados Postanestésicos del hospital, con respecto de un sistema de iluminación circadiana en comparación con una solución de iluminación existente instalada previamente.
La novedad del estudio radica en su enfoque en la iluminación circadiana en relación con la comodidad visual y la satisfacción del personal de atención médica. Otras investigaciones han utilizado enfoques similares, pero muy pocos han utilizado un perfil de iluminación automatizado de 24 horas como configuración principal de iluminación.
Iluminación circadiana vs iluminación convencional
La investigación se llevó acabó en un hospital de reciente construcción, el Hospital Universitario Rigshospitalet, ubicado en Copenhague, Dinamarca, el cual alberga el Centro de Neurociencia, así como una Unidad de Cuidados Intensivos Neurológicos (neuro-ICE) y una Unidad de Cuidados Postanestésicos del hospital (PACU).
Se compararon dos condiciones de iluminación: una solución de iluminación con la que el departamento estaba equipado cuando se construyó en 2020 y una solución de iluminación circadiana para el Centro de Neurociencias, instalado en el verano de 2021.La iluminación circadiana se instaló en tres plantas del Centro de Neurociencia, donde se trata a pacientes con enfermedades relacionadas con el cerebro y los nervios.
Durante el proceso de implantación, participaron los principales interesados de las respectivas unidades del Centro de. La propuesta de diseño se debatió y ajustó para adaptarla a sus necesidades. Antes de instalar el sistema de iluminación circadiana, se recopilaron datos sobre la iluminación preexistente, que revelaron como principales ventajas la flexibilidad y ajustabilidad de las fuentes de luz en cuanto a altura, ángulo y luminosidad. Sin embargo, también se descubrió que las enfermeras de los departamentos a menudo tenían dificultades para seleccionar la configuración de iluminación adecuada. Esto se debía a su deseo de proteger a los pacientes de una exposición indeseada a la luz, al tiempo que necesitaban luz suficiente para sus tareas. Además, los enfermeros mencionaron la necesidad de personalizar la iluminación para cada paciente junto a su cama, lo que no era posible con la iluminación preexistente. En consecuencia, utilizaban una lámpara de cabecera o una linterna cuando atendían a los pacientes por la tarde y por la noche. Todos estos datos se tuvieron en cuenta a la hora de diseñar e implantar el sistema de iluminación circadiana.
El sistema de iluminación pre-existente (PeL) consistía en un sistema de iluminación regulable de 4.000k con la opción de ajustar el nivel de iluminancia, que incluía seis luminarias lineales de techo (Tecton C LED4000-840 L2000 WB, controlada por Dalí, 4000 K, CRI 80) con cinco ajustes de luz. Además, una pequeña luminaria de forma cuadrada (Berker B.7) instalada en la pared detrás de la cama de los pacientes, cerca del suelo, proporcionaba una luz nocturna. Se trataba de una luz de orientación, pero no era regulable. Por último, la iluminación podía apagarse por completo.
La solución de iluminación circadiana fue diseñada por la empresa danesa Chromaviso, la cual dispone de un perfil de iluminación basado en evidencias científicas que sería capaz de sincronizar el ritmo circadiano de los ocupantes. Los efectos no visuales del perfil de iluminación se han probado en un ensayo clínico controlado cuasi-aleatorio, que mostró una mejora en los puntajes de ansiedad y depresión y en medidas de fatiga de los pacientes con accidente cerebrovascular.
En concreto, el sistema proporciona un perfil de iluminación dinámico que cambia durante el día, variando de los 1800 K a 5500 K (IRC 90 a 2500-5500 K). El sistema funciona automáticamente, con un reinicio a las 05:55 de cada día. Por tanto, además de las luminarias de techo preexistentes (PeL), se instalaron las luminarias Chromaviso Halo con superficie prismática. Estas luminarias Halo proporcionan la iluminación principal, mientras que las luminarias de techo existentes complementan con luz (Tabla 2). Durante el día, las luminarias de techo existentes en las habitaciones de los pacientes, los pasillos y los puestos de trabajo comunes aumentan y disminuyen la iluminancia, pero la CCT se mantiene en 4000 K.
Para realizar el estudio se utilizaron elementos del Modelo de Aceptación de la Tecnología (TAM2), que incorpora el concepto de «facilidad de uso percibida» para describir la implantación tecnológica de los sistemas de iluminación.
El estudio se basa en dos encuestas diferentes. En la primera, con 63 participantes, se examinó la experiencia de los empleados con el alumbrado preexistente y sus expectativas respecto al nuevo sistema de iluminación. La segunda encuesta, con 48 participantes, se centró en la experiencia de los empleados con la nueva iluminación circadiana. Debido a la pandemia de COVID-19 y al hecho de que el estudio tuvo lugar en un entorno físico, el número de encuestados varió entre las dos encuestas.
Cabe mencionar que Chromaviso, el proveedor de las luminarias circadianas para el proyecto ofreció una presentación de 15 minutos sobre la iluminación circadiana a los empleados a finales de septiembre de 2022. Sin embargo, los empleados no recibieron formación ni información sobre la iluminación preexistente cuando se instaló en 2020.
Los principales resultados obtenidos se detallan a continuación:
Los resultados del estudio revelan una diferencia significativa en la satisfacción entre la iluminación preexistente y el sistema de iluminación circadiano, con una mayor satisfacción por el sistema de iluminación circadiano tras dos meses de uso.
Los empleados apreciaron especialmente la expresión visual de la iluminación circadiana, encontrándola más natural, especialmente por la noche. También percibieron que la iluminación circadiana tenía una temperatura de color más cálida que la iluminación existente, especialmente por la noche. Según las enfermeras entrevistadas, el ambiente en el departamento se volvía más tranquilo a medida que la iluminación se volvía más cálida por la noche. Los sistemas de control por zonas y los ajustes de iluminación más cálidos se consideraron una mejora en comparación con la iluminación preexistente. Antes, las enfermeras solían utilizar linternas cuando atendían a los pacientes durante breves periodos de tiempo por la noche.
La configuración de luz nocturna del sistema de iluminación circadiano se consideró útil en la unidad de cuidados neurointensivos para leer pantallas y monitores. Los empleados explicaron además que preferían trabajar en entornos oscuros por la noche, especialmente en la unidad de recuperación, que apagaba todas las luces de los puestos de trabajo y de los pasillos, dejando encendidas únicamente las pantallas de los ordenadores.
Aunque en general los empleados estaban satisfechos con la iluminación circadiana, algunas entrevistas revelaron críticas sobre el nivel de luminosidad al mediodía y la falta de control manual del brillo. Otras enfermeras criticaron la luz nocturna por carecer de una opción entre «trabajo nocturno» y «luz de emergencia», ya que el ajuste «trabajo nocturno» no era lo suficientemente potente para determinadas tareas, mientras que la luz de emergencia era demasiado intensa. Por último, se criticó la luz nocturna por ser demasiado tenue para tareas minuciosas como la toma de muestras de sangre. Todos los comentarios se registraron continuamente y se ajustó la iluminación para garantizar que las enfermeras dispusieran de las mejores condiciones de luz posibles.
Facilidad de uso y utilidad percibidas
En general, se consideró que el sistema de iluminación circadiano era más fácil de controlar que la iluminación preexistente. La facilidad de uso se midió en función de la comprensión de los empleados de los iconos del panel de control del sistema de iluminación circadiano, y no se encontró ninguna significación con respecto a:
Los empleados tenían acceso a los ajustes de iluminación necesarios para la atención al paciente.
La modificación continua aumenta la satisfacción
Una ventaja significativa del estudio es que la implantación de la iluminación circadiana tuvo lugar in situ y fue evaluada por usuarios reales en un edificio hospitalario. El sistema de iluminación circadiana se ajustó durante el periodo de evaluación, por lo que el estudio fue más un «antes y durante» que un «antes y después».
Una de las modificaciones introducidas a partir de los comentarios del personal fue una “puesta de sol más rápida por la tarde». La iluminación se hizo gradualmente más cálida y tenue a primera hora de la tarde de lo programado inicialmente. Este ajuste se hizo para acomodar a los pacientes sensibles a la luz que acababan de someterse a procedimientos neurológicos y a menudo tenían una mayor necesidad de descanso y tranquilidad por la tarde y por la noche. Otra modificación en curso consistió en atenuar la luz nocturna de la iluminación circadiana una hora más tarde por la noche para acomodar tareas rutinarias como las de higiene, que suelen producirse en torno a las 21.00 horas. Además, se aumentó la temperatura de color de la iluminación de «trabajo nocturno» para mejorar la visibilidad del personal por la noche.
Conclusiones
El estudio demuestra una satisfacción estadísticamente significativa con el sistema de iluminación circadiano en comparación con la iluminación preexistente. El personal lo encontró más fácil de usar y de ajustar según sus necesidades en comparación con la iluminación preexistente.
Además, el estudio concluye que la iluminación circadiana puede servir de apoyo a los complejos entornos de trabajo de los hospitales, pero requiere una estrecha colaboración con los usuarios y un ajuste continuo de la configuración de la iluminación para lograr una implantación satisfactoria y soluciones duraderas.
La investigación también subraya la importancia de fomentar más conocimientos sobre el diseño de sistemas de iluminación para entornos sanitarios complejos. Además, es crucial centrarse en la experiencia e interacción de los usuarios con los sistemas de iluminación automatizados en la práctica.
Finalmente, el estudio concluye que la iluminación circadiana puede mejorar el entorno de trabajo de los profesionales sanitarios que trabajan en cuidados neurointensivos o en recuperación. La satisfacción del personal y su familiaridad con la iluminación circadiana en el Centro de Neurociencias pueden atribuirse al hecho de que recibieron formación sobre iluminación circadiana inmediatamente después de la instalación, mientras que no recibieron formación cuando se instaló la iluminación preexistente. Sin embargo, los resultados presentados pueden ser específicos de cada caso, por lo que es necesario seguir investigando sobre el terreno para determinar si las conclusiones pueden extrapolarse a otros departamentos y hospitales.
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